El festival ZINEBI ha ofrecido en su 57 edición el Mikeldi de Honor a nuestro compañero Aitor  Mazo.
Patxo Tellería nos regala este recorrido por sus recuerdos de la A a la Z. Eskerrik asko!

Abro el libro y veo la A de Aitor, de Actor, de Artista. Y recuerdo nuestros primeros años balbuceando (yo más, él estaba más hecho, nació actor) nuestras primeras palabras sobre el escenario. Paso página y con la B le recuerdo BravoBestialBramante, pura energía, tan desbordante que pronto nuestro horizonte se le hizo estrecho y nos dejó. Con la C hacemos juntos un larguísimo viaje porque al cabo de unos años volvemos a juntarnos y somos Compañeros,ColegasCodirectoresCoguionistas, sabemos entendernos nosotros dos, tan distintos. Paso a laD y pienso en Aitor Dibujante, boli en mano (siempre a boli), llenando de personajes increíbles manteles, servilletas de papel, guiones o facturas. El imborrable recuerdo de un story-boarddibujado prolijamente a bolígrafo en un pliego de quince metros de largo, excesivo, talentoso, hermoso, impracticable, admirable… Y no quiero irme de la D sin decir Dandi, porque sí. Paso a laE que me recuerda a ese ser Exuberante y Extremo,  pero a la E le sigue la F, su otra cara, el hombre FrágilFrágil y Feroz a la vez. Feroz y Frágil. La G me pone ante los ojos su contundencia física, es Grande, y su incontenible vis cómica, es Ganso, lo que me conduce directamente a la Hde Hilarante. Pero no me voy de esta huidiza letra casi invisible sin traer una palabra que si no existiese la inventaría solo para él: Huracán. Y ese viento me empuja a la I de Iracundo, pero doy un giro en mis recuerdos para ver la otra cara de esa luna, la de ese ser Ingenuo. Con la solo, ja, ja, puedo recordar, ja, ja, los cientos, miles de veces, ja, ja, disculpen, no puedo parar, ja, ja, ja… Dejo de lado la K porque no quiero hablar de Kilos, ni de los que le sobraban en la cintura ni de los que le faltaban en la cartera, y paso con cierta prisa por la L, no porque falten palabras, queLúcidoListo y Largo encajarían bien, sino porque quiero llegar a la M de Mazo, con ese apellido está dicho casi todo.

Y de una tacada me sirvo de tres letras la M, la N y la P, para recordar nuestra primera película juntos como directores, La Máquina de Pintar Nubes, una historia que es historia de nuestra vida. De la Q no necesito nada, si no es para preguntarle ¿Qué tal estás, eres feliz en ese otro lado? Y paso rápido por la R de Rojo y de Rabioso, y por la S de Sanguíneo, para llegar a la T de Torito Bravo, y aquí me quedo un rato recordando aquella obra teatral que nos unió para siempre, sangre de nuestra sangre, sudor de nuestro sudor, porque creo que siempre te recordaré con ese traje negro de torero con tripa postiza, esa diadema con dos cuernos torcidos y gastados y esas dos pelotas de pala en funda de calcetín colgando en la entrepierna. Podría parecerle una figura grotesca a cualquiera que no tuviese la suerte de ver la grandeza y la dignidad de ese hombre toro, de Percatao. Me voy a la U para decir una obviedad necesaria, que Aitor es Único, y de la Vme quedo con el Vino, su (nuestra) droga favorita, cuya ingesta, a veces desaforada, cuando no nos llevaba a la absoluta confusión, nos abría las puertas a una extraña y feliz lucidez. Con la Xtacharía, si pudiese, su último día, teníamos aún tantas cosas por hacer. La Y copulativa me enlaza a la Z para volverle a preguntar por última vez Zoriontsuak al zarete mugaz bestaldeko biztanleak? (¿Sois felices a ese otro lado de la frontera?).

Fuente: página oficial de Zinebi