“Un fascinante espectáculo en el que la animalidad muestra la más profunda humanidad”

 

Estas son las palabras de Pascual Guttesmann, un simpático espectador tras salir de Kibubu con una sonrisa y las emociones a flor de piel.

Y como no hay tiempo para dormirse en los laureles, Marie de Jongh seguimos a tope en Avignon. Pese a que el incesante calor nos haga sentir como un pollo asado, las ganas de seguir creciendo en el festival no cesan.

Poco a poco entramos en el frenético ritmo de la dinámica del Off, incluso vamos siendo capaces de hablar con la gente en francés, a nuestra manera y con un acento bastante peculiar. Eso sí, a final de mes como si fuéramos de Avignon de toda la vida.

Conforme vamos conociendo cada rinconcito de la ciudad, no perdemos la oportunidad de interactuar con, a parte de familias y público en general, programadores que muestran interés en descubrir la magia de Kibubu.

Encontramos esencial el contacto de tú a tú en la calle, ya que, de este modo explicamos a la gente en qué consiste nuestro espectáculo y podemos ofrecerles claves interpretativas sobre lo que verán en el Théâtre Laurette.

Por otro lado decir también que hemos tenido la suerte de ser entrevistados a pie de calle por la televisión oficial del festival y de hablar también en directo en la radio Osmose, la cual nos ha brindado media hora para escuchar la propuesta de la única compañía vasca en el OFF 2015.

Así pues, seguiremos codo a codo trabajando para que tras las funciones que aun nos quedan por delante, la gente siga el ejemplo de Pascual y se lleve un buen recuerdo de Kibubu.